¿Los "influencer" médicos de familia existen?
Me he encontrado en las redes sociales muchas personas que hablan de salud con más o menos acierto, algunos sanitarios que divulgan sobre ciencia con más o menos rigor, y muy poquitos médicos de familia que transmiten mensajes importantes para sus pacientes o sus compañeros. No es fácil, pero voy encontrando personas que tienen rincones en internet que son de total confianza y esconden auténticos tesoros. No es fácil, porque el formato en el que presentan sus contenidos no se parece, ni puede parecerse, a la vorágine de vídeos "shorts" con la que los "influencers" secuestran nuestra fugaz atención.
Últimamente, me bombardean los vídeos en los que un creador de contenido se dedica a desempaquetar con entusiasmo montones de bolsas, paquetes y cajas de diferentes productos que acaba de recibir o comprar. Y el contenido puede ser tan variopinto como ropa y accesorios, juguetes, comida o dispositivos tecnológicos. Y mientras lo hacen muestran sorpresa, decepción o satisfacción según se acerque o no a sus expectativas sobre cada producto. A este extraño ritual lo han denominado "haul" o "unboxing". Cuanto más variado e inesperado, más atractivo y mejores valoraciones. Me parece un proceso bastante laborioso, entretenido y, aunque os parezca una locura, me recuerda un poco a mí en la consulta.
¿No es la intriga de recibir algo nuevo cada día, a veces no saber lo que recibirás, otras desentrañar el misterio de si lo que has pedido responde a tu expectativa, lo que engancha tanto en estos vídeos? ¿Y no es lo mismo lo que tanto me atrae de mi especialidad? Si yo fuese "influencer" podría publicar un "haul" de pacientes cada semana, incluso cada día, y el entretenimiento estaría asegurado. Pocos médicos manejan tan alto nivel de incertidumbre, ven patología tan variada o tienen consultas de índole tan diferente como las nuestras, como las del médico de familia. Nuestros "hauls" reventarían las redes sociales.
Pensando en lo que atendí la semana pasada, recuerdo que pasaron por el consultorio muchos pacientes. Algunos eran mis propios encargos: esa infiltración de rodilla que acordamos que viniese el día más apropiado para el reposo posterior, esa consulta para subir la dosis de un tratamiento del dolor que intentamos controlar, esa paciente que me trae cada mes sus cifras de tensión apuntadas, la revisión de esa herida que cosí con paciencia...
Otros estaban por desenvolver: la espirometría que pedí, los resultados de la analítica, la respuesta de ese compañero al que pedimos opinión, ese paciente que se llevó dos inhaladores la semana pasada vino a comprobar que era lo correcto...
Pero tuve varias sorpresas que cuando estás haciendo un "haul" puedes llamar "mistery box". Una consulta sobre tabaco salió de una laringitis aguda. Una petición de informe de dependencia me hizo salir a un domicilio. Encontré en el "unboxing" de un insomnio, un profundo pesar por un fracaso. Empecé la consulta con una paciente y acabamos detectando un signo de alarma en su hija. Dos pacientes con semblante similar, con la sonrisa débil y desviada, acabaron de formas diametralmente opuestas. La más mayor caminaba y estrechaba mi mano con discreta dificultad y me rompió la consulta igual que lo hizo su cuerpo, por la mitad. Sigue ingresada en el hospital. El más joven, aunque aún no puede guiñarme el ojo, se va recuperando en casa con fisioterapia y medicación.
La mesa terminó siendo el reflejo de la semana, quedaron encima artilugios y cachivaches, informes, recetas, agendas. Pasó por allí desde un niño pequeño hasta una anciana en silla de ruedas, atendí desde la herida del pie hasta el dolor de cabeza, desde la renovación de una receta hasta el código ictus. A veces intuí cuál era el motivo de consulta, otras no lo vi venir. Cada paciente que entró fue un envoltorio que quitar, a veces con intriga, con satisfacción, otras con pesar, a veces con un poquito de inseguridad.
En otras consultas los pacientes llegan ya desempaquetados y clasificados. Imagínate el "haul" del compañero de oftalmología que hoy pasa consulta de catarata, apasionante a su manera, seguramente. En otras consultas los pedidos llegan sólo programados, pero a mi en cualquier momento me puede llegar algo urgente. En otras consultas, una vez desenvuelto el paciente finaliza la asistencia, pero yo nunca termino mi "haul", mis pacientes siempre serán mis pacientes, yo no sé lo que es dar el alta.
Yo no valgo para "influencer", no soy ejemplo de nada, mi consulta es variada y encierra sorpresas que os encantaría conocer, pero también es el territorio donde cuido, aprendo, disfruto e incluso sufro, y quiero que siga siendo solamente para mis pacientes y para mi.
Yo sólo escribo lo que veo, pero hay compañeros que sí son excelentes divulgadores, y por ellos me dejo influir confiadamente. Es importante seleccionar bien los referentes en la información que recibimos como médicos, es importante hacer lectura crítica, librarse de los humos de la industria farmacéutica, tener una óptica plural y enriquecer nuestra opinión conociendo la de quienes antes se han ganado el derecho a opinar. Admiro la labor de las personas y los grupos que resisten comunicando con prudencia en medio de la infoxicación.
Y para terminar, aquí viene lo que estabais esperando:
"HAUL DE BLOGS QUE MERECE LA PENA SEGUIR"
- "Salud, dinero y atención primaria" https://saludineroap.blogspot.com
- "NO gracias" https://www.nogracias.org
- "Primum non nocere" https://rafabravo.blog
- "La consulta del doctor Casado" https://doctorcasado.blogspot.com
- "Humanismo médico vs burocracia" https://humanismomedico.blogspot.com
- "El rincón de Sísifo" https://elrincondesisifo.org
- "Medicina y melodía" https://medymel.blogspot.com
- "Píldoras" https://mariamontanavivas.wordpress.com
- "Equipo CESCA" http://equipocesca.org
- "Sano y salvo" https://sano-y-salvo.blogspot.com
- "Salud sin bulos" https://saludsinbulos.com
- "Médico a cuadros" https://medicoacuadros.wordpress.com
- "Mediblog de familia" https://mediblogdefamilia.wordpress.com